Escribe Isidoro de la Pampa Isaúco
Una vez más, en esta fiesta de mayo, los sucrenses contemplaron atónitos el espectáculo del despilfarro público contra el que nada pudieron hacer, salvo mostrar, en sus comentarios, el rechazo hacia esta clase de trances que también oprimen cada vez más a todos con el hambre, desempleo, atraso y miseria.
La alegría y el desparpajo con que se distribuye el dinero del pueblo en fiestas y situaciones insólitas, sin ningún estudio y planificación, corresponden al ámbito del despilfarro, como la de los Luises en la Francia del S. XVIII, en donde quienes deciden el gasto no saben lo que significa la palabra MESURA e ignoran que cada sol que se gasta de manera irresponsable no se podrá recuperar jamás.
Han pasado varios meses desde la asunción de mando del gobierno municipal y el alcalde se ha dedicado a exhibir poses de “figuretti”, como tomarse fotitos con el Presidente Regional y con el Alcalde Provincial de Cajamarca y a enviar comunicados pomposos anunciando obras que sólo figuran en el papel, intentando sorprender a la ciudadanía con el cuento que está bien relacionado y que todo marcha bien, de acuerdo a un plan estratégico. ¿Será un buen plan realizar una “corrida de toros” de la noche a la mañana?
No se trata pues de gastar por gastar, sino de hacerlo responsablemente. El pueblo exige al alcalde realizar un cabildo abierto para que presente un BALANCE ECONÓMICO donde rinda cuenta de todas sus actividades realizadas en estos cinco meses. Desde la venta o remate de ganado del Saúco, en dos oportunidades, hasta el acomodo de diversos personajes que, nos indican, serían recomendados de sus “frescos” amigos de la siempre oportunista “elite” sucrense. ¿Dónde quedaron sus promesas electorales de transparencia y entrega sincera para con su pueblo?
Dice un adagio popular: “El desordenado desayuna con la abundancia, almuerza con la escasez y cena con la miseria”. Nuestras administraciones municipales no deberían partir del falso convencimiento de que somos ricos; de que en el municipio hay muchos recursos económicos y llevar a cabo un desenfrenado “programa” de gastos sin el debido sustento, no es saludable para ninguna sociedad del mundo. ¡Señores!, precisamente, ése dinero que fácilmente se está dilapidando pertenece a todo el pueblo sucrense y debería ser destinado prioritariamente a proyectos de desarrollo integral, en los campos de la educación, la salud y que además conlleven a paliar la creciente pobreza de nuestro distrito. Toda esta irresponsabilidad, constituye derroche y populismo que no debería suceder en un pueblo como el nuestro carente de casi todo y donde es obvio que tenemos que reprobar el despilfarro.
Nota: El Presidente Regional, Jesús Coronel, contrató, dejando de lado a excelentes profesionales cajamarquinos, a gente de otros lugares que desconocen la realidad del departamento y el Alcalde de la Provincia de Cajamarca, Marco La Torre, lo único que hasta hora hizo fue despedir 200 trabajadores del Municipio.
